domingo, 19 de junio de 2011

Ensayo: Una Tendencia de la Pedagogía Pública

Introducción
En América Latina, la escuela ha sido una de las instituciones más eficaces, gracias a ella hoy la población de nuestros países tiene acceso a la cultura letrada. Sin embargo, hemos llegado a un techo. El desafío que queda es superar la exclusión.
A pesar de los indudables buenos propósitos, las nuevas prácticas no han implicado cambios en el curriculum o en la propuesta de enseñanza, ya que lo más común es que sean los estudiantes quienes deban adaptarse a las normas, estilos, rutinas y prácticas del sistema educativo clásico, en lugar de que éstos cambien atendiendo a las diferentes necesidades de los estudiantes. No es extraño que las tasas de abandono de los alumnos de ciertos sectores se incrementen cuando se integran en escuelas que no han llevado a cabo un cambio curricular y pedagógico serio y comprehensivo. La escuela tiene la obligación de responder a las expectativas y necesidades de todos los niños y jóvenes teniendo en cuenta que la integración sólo será posible si se proveen oportunidades de aprendizaje efectivas.
Durante su exilio en Chile, el autor Paulo Freire (1970) escribe el libro “Pedagogía del Oprimido”, lo que no es meramente una nueva pedagogía, sino un plan para la liberación auténtica del hombre, sea opresor u oprimido. En este libro Freire critica el sistema tradicional de la educación, lo que él llama “la educación bancaria” y presenta una nueva pedagogía donde los educadores y los educandos trabajan juntos para desarrollar una visión crítica del mundo en que viven, para promover la inclusión del hombre a una sociedad del conocimiento.
Paulo Freire se ocupó de los hombres y mujeres no letrados, de aquellos llamados los desarrapados del mundo, de aquellos que no podían construirse un mundo de signos escritos y abrirse otros mundos, entre ellos, el mundo del conocimiento (sistematizado) y el mundo de la conciencia (crítica). Porque para Freire el conocimiento no se transmite, se está construyendo, es decir,  el  acto  educativo  no  consiste  en  una transmisión de  conocimientos, es el goce de la construcción de un mundo común.
Por lo tanto, es necesario superar la idea de inclusión como incorporación al sistema educativo y reemplazarla por inclusión al conocimiento. Hoy educación de calidad quiere decir educación que permita a todos la inclusión en el conocimiento válido. La educación mantendrá su capacidad histórica de contrarrestar las tendencias hacia la inequidad, acentuadas como consecuencia del nuevo capitalismo globalizado, a condición de que sea capaz de distribuir el tipo de educación y las competencias de conocimiento correspondientes a las necesidades de la sociedad de la información y del conocimiento.
Paulo Freire (1970) establece que la escuela como institución, y los nuevos entornos de aprendizaje que están surgiendo, tienen la posibilidad de dar más integración en un mundo de desiguales si es que se parte de una nueva visión. El conocimiento válido para la modernidad no es el conocimiento válido para la sociedad del conocimiento. Los sistemas escolares se organizaron para diseminar en la sociedad el modelo de conocimiento racional del Iluminismo, y tuvieron éxito en ello. Pero ese modelo está también agotado, fuera de uso en el mundo actual que genera conocimiento como parte del avance social.
En México la educación presenta graves deficiencias en cuanto a cantidad, porque es un sistema que excluye, y con importantes problemas de calidad, porque no se alcanzan con suficiencia los propósitos inmediatos, es decir, no se están produciendo los aprendizajes necesarios para cada uno, ni convenientes para todos. Las generaciones mexicanas llegan heridas, diezmadas en número, a las oportunidades de la educación básica, y los niños que cruzan esa primera barrera tienen para enfrentar la tarea y aprovechar las oportunidades con inadecuados apoyos en cuanto a recursos exteriores y sobre todo insuficientes capacidades para seguir aprendiendo por sí mismos.
La calidad, no es simplemente un atributo deseable de la educación, sino un rasgo imprescindible, indivisible a la consideración de la educación como un derecho. El derecho a la educación no se reduce al derecho al acceso, sino que incluye el derecho a la permanencia, al tránsito regular y a los resultados equivalentes.
El acceso es un primer paso en el derecho a la educación, pero su pleno ejercicio exige que ésta sea de calidad, promoviendo el pleno desarrollo de las múltiples potencialidades de cada persona, con aprendizajes socialmente relevantes y experiencias educativas pertinentes a las necesidades y características de los individuos y de los contextos en los que se desenvuelven.
El derecho a la educación es el derecho a aprender a lo largo de la vida. Estar contra la pared, por los déficits de cantidad y calidad, es una violación sistemática del derecho a la educación. Y en México no hay una reacción suficientemente vigorosa de parte de los ciudadanos por la baja calidad y limitado alcance de la educación: estamos tan mal educados que no captamos lo importante y urgente que es sacudirnos cuanto antes de estas limitaciones; estamos tan mal educados que no sabemos lo importante que es la educación.

Desarrollo
Hoy se requiere un pensamiento complejo y sistémico que permita resolver problemas y enfrentar la incertidumbre. Por esto, el foco de atención del ensayo desarrollado es la transformación de los sistemas educativos y de las escuelas para que sean capaces de atender la diversidad de necesidades de aprendizaje del alumnado y, a partir de ellas, lograr su inclusión en el conocimiento.
Paulo Freire (1970) establece la pedagogía del oprimido, como pedagogía humanista y liberadora constituida en dos momentos distintos aunque interrelacionados. El primero, en el cual los oprimidos van desvelando el mundo de la opresión y se van comprometiendo, en la praxis, con su transformación, y, el segundo, en que, una vez transformada la realidad opresora, esta pedagogía deja de ser del oprimido y pasa a ser la pedagogía de los hombres en proceso de permanente liberación.
Con base en lo anterior, es evidente que el hombre es un “ser inconcluso”, y que la deshumanización existente en el mundo “es distorsión de la vocación de SER MÁS”. Esta distorsión conduce a los oprimidos a “luchar contra quien los minimizó”. Su lucha sólo tiene sentido cuando los oprimidos no se transforman en opresores de sus opresores, “sino en restauradores de la humanidad de ambos”. Esta restauración solamente puede venir de los oprimidos porque son ellos los que entienden la necesidad de la liberación.
Por tal motivo, la necesidad de educar para la vida demanda múltiples competencias a los maestros, de modo que éstos sean agentes de cambio que contribuyan a elevar los aprendizajes en los niños, en dotarles de herramientas para el pensamiento complejo y para un desarrollo humano pleno e integral, así como competencias cívicas y sociales que contribuyan a que todas las personas gocen de iguales derechos, libertades y oportunidades, así como elevar el bienestar general.
En el enfoque de competencias para la vida que incorpora la Reforma Integral de la Educación Básica 2009 (RIEB), se busca un desarrollo pleno e integral de los niños y jóvenes hacia la generación de competencias y capacidades para la vida personal, pública y laboral, tales como los aprendizajes que les brinden capacidades necesarias para tener acceso a las oportunidades, el bienestar, la libertad, la felicidad, y el ejercicio de los derechos.
Está muy claro, la educación incluyente o es de calidad, o sencillamente no es. La verdadera inclusión es que aprendan todos, que aprendan lo suficiente, que aprendan lo que necesitan para la vida social del presente y puedan seguir aprendiendo toda la vida: que se cumpla, pues, en cada una, en cada uno, su derecho a una educación de calidad.
En este sentido, Freire reconoce que la liberación de la opresión no vendrá fácilmente. “La liberación es un parto doloroso”, nos dice, que el oprimido tiene que liberarse psicológicamente para no convertirse en opresor, pero el hombre nuevo que nace de este parto será capaz de superar la dinámica opresor-oprimido y crear una sociedad donde el bienestar de su gente no está basado en la explotación de algunos hombres por otros.
Entonces, nosotros como profesores y profesoras de educación básica debemos educar con equidad para contribuir en cerrar las brechas en las desigualdades sociales, para evitar la exclusión de las personas y favorecer sus derechos y oportunidades. Así también, nuestra intervención permitirá consolidar una cultura cívico-democrática, en desarrollar formas de vida más coincidentes con el respeto y el cuidado de los derechos propios y de los demás, así como de promoción y cuidado de la salud y una mejor relación entre el ser humano, el medio ambiente y la vida.
Por otro lado, todo el tiempo suceden avances en las ciencias, las humanidades, la pedagogía y la tecnología que requieren habilidades de cada uno de nosotros para el aprendizaje y la actualización disciplinaria permanente, de modo que podamos generar los mejores ambientes y situaciones de aprendizaje para los niños.
Este tipo de retos propios de las sociedades democráticas del conocimiento implican innovar, pero también reconocer el importante capital de transformación que la práctica docente tiene en nuestras manos y revalorizar la importancia de la profesión para lograr en los niños los aprendizajes ineludibles para su desarrollo pleno e integral.
Freire propone que el acto de solidarizarse con los oprimidos es necesario para construir el camino hacia el hombre nuevo. Pero este camino no puede resultar de acciones paternalistas hacia los oprimidos, pues terminaría “manteniéndolos atados a la misma posición de dependencia”, la relación entre la solidaridad y la liberación, implica que los oprimidos tienen que ser agentes activos en el proceso de liberarse, el problema no radica solamente en explicar a las masas sino en dialogar con ellas sobre su acción. Ninguna pedagogía realmente liberadora puede mantenerse distante de los oprimidos”.
En este contexto, los retos actuales de la docencia se vuelven más complejos debido a la multiplicidad de competencias para la formación humana y pedagógica de los niños que debe desarrollar el maestro en su desempeño docente.
La primera competencia desde mi perspectiva es que el maestro domine los contenidos de enseñanza del currículo y que sepa desarrollar capacidades intelectuales y de pensamiento abstracto y complejo en los niños, es decir, se espera que despertemos la curiosidad intelectual de los niños, fomentando en ellos el gusto, el hábito por el conocimiento, el aprendizaje permanente y autónomo (aprender a aprender), poniendo en práctica recursos y técnicas didácticas innovadoras, cercanas a los enfoques pedagógicos contemporáneos y motivadoras del aprendizaje (ambientes de aprendizaje), utilizando las tecnologías de la información y la comunicación (TICs).
Una siguiente competencia, igualmente importante, es contar con las habilidades, valores, actitudes y capacidades para la formación humana de los sujetos, que serán los ciudadanos de las siguientes generaciones, desarrollando en ellos competencias cívicas y éticas para un adecuado crecimiento socio-emocional y para favorecer la convivencia, que permitan consolidar valores democráticos de respeto por los derechos humanos y las libertades, la tolerancia, el aprecio y el respeto por la pluralidad y la diversidad, así como formas de convivencia no marcadas por la violencia.
Al mismo tiempo y en el contexto de la gran diversidad cultural y lingüística del país, como parte de nuestras competencias docentes, se encuentra la atención de manera adecuada a la diversidad cultural y lingüística, estilos de aprendizaje y puntos de partida de los estudiantes, así como relaciones tutoras que valoran la individualidad, la autonomía y potencializan el aprendizaje significativo.
Por último, la profesión docente exige como competencias el trabajo colaborativo y la creación de redes académicas en la docencia, para el desarrollo de proyectos de innovación e investigación educativa, de manera que existan espacios para reflexionar permanentemente sobre nuestra práctica docente en individual y en colectivo y organizar nuestra formación continua, involucrándonos en procesos de desarrollo personal y autoformación profesional, así como en colectivos docentes de manera permanente, vinculando a ésta los desafíos que cotidianamente ofrece la práctica educativa.
Los ambientes educativos han adquirido por ello mucha importancia al ser el escenario donde se pueden favorecer condiciones de aprendizaje, así como el desarrollo de competencias y capacidades, relaciones participativas y democráticas al interior de la comunidad educativa y la creación de ambientes lúdicos que promuevan y faciliten el gusto por el aprendizaje
El aprendizaje tal y como se entiende actualmente comprende capacidades y competencias de alto nivel de complejidad, especialmente en los estándares de lectura, matemáticas, ciencias y formación cívica y ética. En el enfoque para favorecer el desarrollo de competencias, se trata de desarrollar en los niños una serie de capacidades para la resolución de problemas relacionados con su vida y su contexto personal.
Por ello, como señala la UNESCO, las formas de enseñanza deban ser actualmente equivalentes a una cultura de la innovación que propicie rápidamente la difusión de los nuevos conocimientos y paradigmas que van produciendo las sociedades (2005, p. 63).
Se ha comprobado que de nada sirve realizar innovaciones de los materiales de enseñanza si no cambian las acciones y prácticas educativas rígidas y verticales. De ahí que para algunos autores el papel transformador del aula está en manos del maestro, de la toma de decisiones, la apertura y coherencia entre su discurso democrático y sus costumbres, hábitos y actuaciones, así como de la problematización y reflexión crítica que él realice de su práctica y de su lugar frente a los otros, en tanto representante de la cultura y de la norma (Duarte, 2003: p. 8; Perrenoud, 2007: 183-210).
Maestro, la escuela no está condenada a ser el espejo del entorno, sino el proyecto de su transformación, es necesario que nuestro trabajo en el aula se favorezcan ambientes que posibiliten la comunicación, el diálogo y la deliberación, que se formen en prácticas de respeto, tolerancia y aprecio por la pluralidad y la diferencia, la autonomía, el ejercicio de los derechos y las libertades, aprendiendo a comportarse en beneficio de los derechos humanos propios y demás.
Los niños aprenden más por las conductas que observan que por los discursos escuchados. De ahí la importancia de que se observe una congruencia entre los contenidos que se enseñan en el currículo y los materiales, y los ambientes de aprendizaje creados en el aula. En ello las actitudes del docente serán fundamentales para generar los nuevos patrones de conducta y convivencia social.
Los ambientes violentos y discriminatorios no son ambientes de aprendizaje adecuados para los niños, ni tampoco sitios en los que se les esté formando para una convivencia o valores cívicos y éticos sólidos y sanos. Freire enfatiza que esta lucha no tiene sentido si es solamente para cambiar de lugar con los opresores: “lo importante es que la lucha de los oprimidos se haga para superar la contradicción en que se encuentran; que esta superación sea el surgimiento del hombre nuevo, no ya opresor, no ya oprimido sino hombre liberándose”. El aula es uno de los principales espacios en los que debe permitirse la expresión libre de las ideas, intereses, necesidades y estados de ánimo de todos.
No debemos olvidar que la dinámica opresor/oprimido empieza en el hogar y se prolonga en las escuelas resultando en la producción de jóvenes que saben muy bien adaptarse a la sociedad en que viven, pero sin el pensamiento crítico necesario para transformarla. El miedo a la libertad que tienen ellos por ser meros depositarios de información, con una visión limitada del mundo en que viven, los llevan a racionalizar este miedo. En la pedagogía de Freire, una de las tareas de los investigadores es permitir a los oprimidos enfrentar estos miedos y racionalizaciones. En contraste con visiones de la docencia tradicionales que buscaban una cierta homogeneización y normalización de comportamientos, ahora se trata de respetar y apreciar la diversidad considerándola con toda seriedad para evitar la exclusión en el aprendizaje de muchos niños y niñas.
En el marco del enfoque por competencias que se desarrolla en la actualidad en educación primaria, implican que las situaciones de aprendizaje deberán ser interesantes para los niños y, sobretodo, que tengan sentido en relación con su vida real, sus preocupaciones y sus experiencias, de manera que puedan contribuir a un aprendizaje más significativo.
Para crear ambientes de aprendizaje es esencial generar ambientes lúdicos que estimulen la curiosidad, la imaginación y la creatividad de los alumnos, cuestiones necesarias para producir nuevos aprendizajes.
Es importante comprender que los ambientes educativos parten de una relación entre la curiosidad, el juego, el pensamiento y el lenguaje, tomando el juego como una parte vital y placentera de la tarea de introducirse en los aprendizajes. El juego es por ello uno de los principales mecanismos que permiten desarrollar la creatividad al promover la creación de aprendizajes y desarrollo del pensamiento.
Por esta razón se enfatiza en que la educación no debe ser excluyente ni discriminatoria, sino incluyente que ayude a formar a los niños para que éstos reconozcan, gocen y aprecien la igualdad de ciudadanía y de derechos y oportunidades, independientemente de su género, etnia, condición social, discapacidad, edad, preferencia sexual, lengua o cultura.
En este sentido, tiene particular importancia la atención a la diversidad en las necesidades y modos de aprendizaje. Uno de los elementos centrales de la pedagogía es atender a la diversidad de los aprendizajes de los niños para generar ambientes inclusivos. Los aprendizajes son diferentes en lo niños de acuerdo con su edad, madurez o capital social a su disposición.
Con el fin de generar condiciones para la inclusión, considero que como docentes debemos organizar y animar situaciones de aprendizaje que gestionen la progresión de los mismos, atendiendo a la diversidad de aprendizajes que suceden en una misma aula y haciendo una evaluación formativa de los mismos.


Conclusión
La literatura especializada en todo el mundo coincide en señalar que el principal factor específico para alcanzar una educación de calidad es el aporte de los maestros. La mayoría de los sistemas del más alto desempeño hacen todo esfuerzo necesario para atraer a las mejores mentes a la profesión docente, con la conciencia de que tomar malas decisiones en la selección puede resultar en cuarenta años de enseñanza deficiente.
Entonces desarrollan a estos maestros para que sean docentes efectivos, y ponen a disposición incentivos y sistemas diferenciados de apoyo para asegurar que cada niño esté en condiciones de beneficiarse con una enseñanza adecuada. También saben que los estudiantes ordinarios tienen talentos extraordinarios, y por lo tanto establecen puentes entre las formas prescritas de enseñanza, curriculum y evaluación para dirigirlas a una intervención centrada en que cada estudiante pueda alcanzar su potencial.
Por lo tanto, más que “enseñanza” o “instrucción” en el sentido tradicional, lo que nosotros debemos lograr es una conducción del aprendizaje que lleve a grupos generacionales enteros a contar con oportunidades vitales muy superiores a las de sus padres, y a no restringirse a lo que ofrece su círculo y ambiente inmediatos. Si queremos cambiar el estado de la educación en México, debemos asumiros como efectivos facilitadores del aprendizaje y para ello se requiere dominar los campos de conocimiento que les corresponden, aplicar las mejores prácticas pedagógicas en el aula, emplear los recursos didácticos más adecuados y aprovechar las oportunidades del entorno; personas que sepan integrar y conducir a sus grupos; puedan mitigar las carencias, prevenir los rezagos y potenciar los talentos de sus alumnos; que estén inscritos en una dinámica de crecimiento profesional y personal constante.
Hay que quitarnos la venda de los ojos y reconocer que en México estudiar no conlleva a que te vaya mejor en la vida, muchas cosas están mal en el Sistema Educativo, la escuela no está funcionando y de eso nadie habla… de la urgencia de una educación de calidad que solo se queda en el discurso de la política educativa que dista mucho de la realidad. Pero, a pesar de las deficiencias de la educación pública la mayor parte de los padres de familia cree que la educación de nuestros hijos es buena y no se dan cuenta que van a la escuela pero no aprende en ella. Podremos culpar al gobierno, al sindicato, a cada docente o al contexto social y tendremos razón, pero si nos sentamos esperando que alguien haga algo estaremos desperdiciando la vida nuestros hijos y su destino no aplica examen extraordinario.
 Es necesario romper el paradigma que asocia a la escuela pública con maestros de preparación deficiente y condiciones laborales distorsionadas, sin estrategias para conducirlos al alcance de competencias sólidas, docentes habituados a prácticas educativas rutinarias, autoritarias y poco significativas; profesores sin elementos para abordar procesos grupales serenos y con pocas posibilidad de atender adecuadamente los ritmos de cada uno; educadores enfrascados en una sobrecarga administrativa, con bajo aprecio social y una identidad colectiva confusa, ligada a una representación gremial de muy deteriorado prestigio.
Es evidente que sin maestros en el nivel adecuado de desempeño, sirve de muy poco contar con mejores programas, textos o aulas: todos esos componentes suman en favor del alumno básicamente gracias a la mediación del maestro. Sin buenos maestros, no hay calidad educativa. No sólo tenemos que evitar poner a los alumnos contra la pared; también tenemos que hacerlo con los maestros. Sin una revolución en la calidad de la docencia, la transformación educativa tendrá resultados magros e inestables.
Los grupos sociales y las autoridades políticas tienen que reconocer con honestidad que éste es un punto que no se puede obviar, rodear o posponer. En mi opinión, el modelo magisterial actual ofrece ya poco margen para seguir siendo viable; necesitamos una gran refundación que conjunte orgánicamente la formación inicial de calidad y selección exigente para incorporarse al servicio; la evaluación periódica, obligatoria y universal con la formación continua, la profesionalización plena y una perspectiva de vida y carrera del docente mexicano más digna y atractiva.
Ningún cambio en la calidad de la educación mexicana puede hacerse sin los maestros o contra ellos, pero tampoco ningún cambio significativo puede dejar sin modificar profundamente las reglas de juego vigentes, que se establecieron para un modelo de estado autoritario, corporativo y opaco. El magisterio nunca más puede ser una carrera olvidada, sino una opción vocacional completa, de un profesional del aprendizaje que se sabe agente del cambio social más trascendente. Lo que es claro es que las mejores políticas y prácticas darán resultado solamente si son implementadas efectivamente en la línea del frente del aula, partiendo de la base que la calidad de un sistema educativo no puede ser mayor que la calidad de sus maestros y del trabajo que realizan.
 La escuela es nuestra y la educación es responsabilidad de toda la sociedad. Si cada maestro demostrara tener altas expectativas, un sentido compartido de propósito y una creencia colectiva, les aseguro que nuestro compromiso profesional y ético generaría una diferencia a favor de la educación de cada niño y por ende la revolución del pensamiento en el Sistema Educativo Mexicano.


Bibliografía
Duarte, Jakeline (2003): “Ambientes de aprendizaje: una aproximación conceptual”, en Revista Iberoamericana de Educación.

Freire, Paulo (1970) “Capítulo I y II” en La Pedagogía del Oprimido, México, Siglo XXI, pp. 31-95

UNESCO (2005): Informe mundial Hacia las sociedades del conocimiento

Perrenoud, Philippe (2007): Desarrollar la práctica reflexiva en el oficio de enseñar. México, Grao.

jueves, 9 de junio de 2011

REFLEXION SOBRE EL TEMA "PENSAMIENTO PEDAGOGICO MODERNO"

REFLEXIÓN SOBRE  EL  TEMA    EL PENSAMIENTO PEDAGOGICO MODERNO “  QUE SE DESARROLLO  EN LA  CLASE,  DE PEDAGOGIA E HISTORIA DE LA EDUCACION   EL  SABADO 4 DE  JUNIO DE 2011.
En la clase del sábado 4 de junio,  se habló de la última parte  del Tema dos  sobre los  Fundamentos  Teóricos  y Metodológicos de la Historia,  después se abordó el Tema tres que trata sobre  El Pensamiento Pedagógico  de la Antigüedad  a la modernidad  que tiene como subtemas  Pensamiento Pedagógico  Griego, Pensamiento Pedagógico Romano, Pensamiento Pedagógico Medieval, Pensamiento Pedagógico Moderno  y Pensamiento Pedagógico  Ilustrado.
Ahora bien  la reflexión  que voy  hacer  va de acuerdo con  El Pensamiento  Pedagógico Moderno  del Pedagogo, Filósofo y Teólogo Juan Amos Comenio que en su Pedagogía que abarca el  siglo XVI  y  XVII mencionaba que la educación tiende a desarrollar a las personas con los conocimientos y que debe de llegar  a todos los hombres y mujeres por igual, sin malos tratos, buscando siempre la alegría y motivación  de los alumnos. El establecimiento de la pedagogía como ciencia autónoma y la inclusión en sus métodos  de ilustración y objetos, hicieron de él pionero de las artes de educación y de la didáctica posterior. Ideó las bases para la cooperación intelectual y política entre los estados, lo cual dio como resultado el concepto de federación de los pueblos,  idea que lo coloca como precursor del pensamiento moderno.
Comenio en su propuesta pedagógica menciona que todos los hombres tienen la facultad de adquirir el conocimiento por la aptitud innata que tienen, ya sea   a través de los procesos naturales del aprendizaje: la inducción, la observación, los sentidos y la razón. Decía que el aprendizaje debe comenzar en el hogar (siguiendo las ideas sustentadas a partir de la Reforma) y que los padres serían los primeros educadores, también mencionaba que la instrucción ayudaba a aumentar el bienestar de  un país, así como sus buenos modales y que los niños de escasos recursos pedía que se les proporcione, ropa, libros y los materiales escolares gratis a fin de que tuvieran las mismas oportunidades que los ricos.
A  Comenio  le costó trabajo cambiar los métodos  tradicionales  basados en el uso de golpes y violencia, en ese entonces en la escuela tradicional se decía que las letras con sangre entran, si el niño no aprendía el maestro tenía la autorización del padre para golpear al alumno para que así aprendiera y sino que lo castigue dejándolo sin recreo y sin comer. Comenio propuso que el maestro no solo debe de encarnar el método de enseñanza, sino él  debía ser modelo para sus alumnos, y conocer primero las cosas que enseñaba, y que no debe de avanzar si el niño no tenía todavía los conocimientos básicos firmes  en su mente.
En cuanto al método,   mencionaba  que  para enseñar  hay  una disposición de tres cosas;  el tiempo  que se le destine al contenido de aprendizaje, el conocimiento del objeto de estudio, y la técnica o estrategias de enseñanza, Comenio decía que el niño va aprender a leer leyendo, a escribir escribiendo, siempre y cuando lo pongamos en contacto con el objeto de conocimiento. Es en definitiva uno de los autores a los que no es necesario corregir para modernizarlos. Basta solamente con traducirlos en la actualidad con las ideas de (Jean Piaget).
Comenio rompió con la práctica usual del discurso del conocimiento,  instando  en formar primero el entendimiento de las cosas, después de la memoria y por último la lengua y las manos para actuar, es decir que se debe de situar al niño y al joven como observadores de la naturaleza, para poder aprender  además de utilizar la lengua materna como medio de comunicación  y no el latín. También proponía que los conocimientos que ha de aprender  el alumno deben de estar escalonados de acuerdo a los grados de estudio y la edad de los niños, en la actualidad lo podemos notar en  la  escuela básica, que mucho de la pedagogía de Juan Amos Comenio lo retomó la Secretaria de Educación Pública y  que se apoya de lo que reza el artículo  Tercero de la Ley General de Educación, cuando señala  que todo individuo tiene derecho a recibir una educación, y será  laica , gratuita y obligatoria etc…
Entre sus grandes obras se encuentra la “ Didáctica Magna” en donde habla de la Reforma Pedagógica que se debe de implantar en todos los  países y estados  en cuanto a su formas de enseñar, en está didáctica magna  nos sugiere que primero debemos de leer algo para averiguar su contenido; en segundo lugar para entenderlo; en tercero para grabarlo en la memoria  y  en cuarto lugar  repetirlo en silencio para comprobar que lo dominamos. Asimismo hace una reforma de la organización escolar y  distingue cuatro escuelas parecidas  a las actuales:
*La escuela maternal: Que llega hasta los seis años, en ella se deben enseñar ciencias.
*La escuela elemental: Es el equivalente a la primaria y llega hasta los doce años, en ella se enseña una instrucción general y virtudes. Se cultiva la inteligencia, la memoria y la imaginación. Debe ser obligatoria.
*La escuela latina o gimnasio: de los doce a los dieciocho años. Sirve para preparar a los alumnos para estudios superiores. Cuando acaban esta escuela los alumnos realizan un examen para comprobar quienes son aptos para entrar en la academia.
*La academia: de  los dieciocho a los veinticinco años, muy parecida a la universidad. Para ella el Estado debe conceder becas.
La escuela es basada en una alianza escuela-familia, que imparte conocimientos  estandarizados  por medio de un libro único, que, a través de su método, instauraría una nueva forma social esencial en la vida de todo ser humano.
Nuestro sistema educativo se apega mucho a lo que postuló  Juan Amos Comenio en su gran obra la Didáctica Magna hace cuatrocientos años  y que se refiere a la educación en la infancia y primera juventud.
 En la organización de los grupos  de la escuela básica en la actualidad  se apega mucho  a la idea de este autor cuando señala en sus postulados que: Un solo maestro debe de enseñar a un grupo de alumnos;  que ese grupo sea homogéneo y mixto  respecto a la edad;  que sean distribuidos por grados de dificultad, principiantes, medios, y avanzado; que la escuela trabaje por grados  ( ejemplo de primero a sexto grado); que se apegue a lo que dice el calendario escolar; que en la enseñanza se debe respetar los preceptos de facilidad, brevedad y solidez; también se le hace recomendaciones a los maestros, que enseñen en el idioma materno, aprendan primero las contenidos que deben de enseñar a los niños, eliminar  de la escuela la violencia, hoy en día los niños conocen sus derechos y obligaciones y cuidado se le alce la mano a un niño enseguida entra los Derechos Humanos y sanciona al maestro. El aprendizaje debe ser un  juego, los niños deben ir a la escuela con alegría y la visita de los padres a la escuela  debe ser de fiesta; la escuela debe de contar con anexos como jardines, patios de recreo, espacios alegres y abiertos;  que el maestro adapte el libro  a la edad  del niño.
Todas estas recomendaciones en la actualidad lo estudiamos en la escuela normal de licenciatura en educación primaria,  en la teoría de Jean Piaget y otros autores, y en la escuela primaria se pone en práctica lo que en su postulado nos recomienda Juan Amos Comenio  en su Didáctica Magna.
  
        

domingo, 5 de junio de 2011

Cuadro Comparativo del Pensamiento Pedagógico en la Epoca Contemporánea

CUADRO COMPARATIVO DEL PENSAMIENTO PEDAGÓGICO EN LA EPOCA CONTEMPORÁNEA


PENSAMIENTO PEDAGÓGICO DE LA ESCUELA NUEVA
PENSAMIENTO PEDAGÓGICO ANTIAUTORITARIO
PENSAMIENTO PEDAGÓGICO CRÍTICO
ENSEÑANZA
Fundamenta el acto pedagógico en la acción
La acción del  niño, no en el profesor ni en los contenidos programáticos sólo se esa manera se dará el aprendizaje significativo
Práctica pedagógica  se construye desde una concepción problematizadora
APRENDIZAJE
La actividad se centra en el alumno
El aprendizaje sólo será posible si el alumno actúa.
Es el resultado de la auto-reflexión que realiza el alumno.
PAPEL DEL DOCENTE
Facilitar situaciones de aprendizaje
Facilitador del aprendizaje. Buen organizador de las situaciones, animador.
 Ellos estructuran y modelan las experiencias del salón de clases, siendo auto-reflexivos en relación a qué intereses sirven tales comportamientos. Deben luchar para hacer posible la democracia escolar.
PAPEL DEL ALUMNO
Actuación, él  mediante la experiencia construirá su conocimiento.
Personas con iniciativa para actuar, autorregulados por el trabajo bien organizado; dispuestos al trabajo individual y en equipo.
Se centra en la reflexión y la acción.
MATERIALES DIDÁCTICOS
Todos los objetos de la naturaleza, de su entorno, con los que está en contacto.
Con lo que se relaciona el alumno:
Biblioteca, medio, imprenta, etc.
Lo que se vive.
CONTENIDOS DIDÁCTICOS

Lo que se requiera para prepararlo a enfrentar la vida
Están con base a las perspectivas sociales y teóricas que se tienen de la sociedad..
Se promueve la conciencia ético- crítica en el educando.
PARTICIPACIÓN DE LA SOCIEDAD

Se preparaba al alumno  para enfrentar la realidad
Se prepara al alumno a transformar la realidad.
PRINCIPALES EXPONENTES
Adolphe Ferriere,
 John Dewey,
Ovide Decroly,
 Dra. María Montessori
E douard Claparede
Jean Piaget
Roger Cousinet

Carl R. Rogers
Célestin Freinet
Michel Lobrot


Christian Baudelot y Roger
Establet
Giroux


EL PENSAMIENTO PEDAGÓGICO DE LA ESCUELA NUEVA

AUTOR
ENSEÑANZA
APRENDIZAJE
PAPEL DEL DOCENTE
PAPEL DEL ALUMNO
MATERIALES DIDÁCTICOS
CONTENIDOS DIDÁCTICOS
PARTICIPACIÓN DE LA SOCIEDAD
Adolphe Ferriere
Debe ser amena, desarrollada en un ambiente de armonía, sin temor al  movimiento.
El niño es el centro de las perspectivas educativas
Procurar que el alumno se sienta conforme con el ambiente que impere
Actividad espontánea, personal y productiva

Integral (intelectual, moral y física); activa; práctica( con trabajos manuales obligatorios, individualizada

John Dewey ( 1859-1952)
La enseñanza debe darse por la acción.
Es pragmática, instrumentalis-ta buscaba la convivencia democrática, cuestionaba la sociedad de clases.
Se vale de métodos activos y creativos centrados en el alumno.
Se da mediante la experiencia concreta, activa y productiva.
Involucrar al alumno en situaciones concretas de la vida, para de ahí generar el deseo de aprender.
Considera los principios de la iniciativa, originalidad y cooperación con los que se pretende liberar las potencialida-
des del individuo rumbo a  un orden social que en lugar de ser cambiado, progresiva-
mennte será seleccionado.
Debe de actuar en la reconstrucción de la experiencia.
El alumno es autor de su propia experiencia (paidocentrismo)



Al aumentar el rendimiento del niño siguiendo los propios intereses vitales de él, esto servía a los intereses de la nueva sociedad burguesa. La escuela nueva proponía la construcción de un hombre nuevo dentro del proyecto burgués de sociedad.

AUTOR

ENSEÑANZA

APRENDIZAJE

PAPEL DEL DOCENTE

PAPEL DEL ALUMNO

MATERIALES DIDÁCTICOS

CONTENIDOS DIDÁCTICOS

PARTICIPACIÓN DE LA SOCIEDAD
Ovide Decroly
(1871-1932)
Basa su enseñanza en el método de los centros de interés
Se centra en el alumno.
Guiar la actividad del alumno
La actividad se centra en él
Los que se requieran, según sea el centro de interés seleccionado.
Son considerados las necesidades fundamentales del niño: alimentación, protegerse contra la intemperie y los peligros; actuar a través de una actividad social, recreativa y cultural

Dra. María Montessori
( 1870-1952)
Explota técnicas como:
La lección del silencio
La lección de la oscuridad
Debía despertar la actividad infantil a través del estímulo y promover la autoeducación.
Se debe centrar en el interés , con una atención viva y constante
El alumno es el centro del aprendizaje
Guía la actividad de los alumnos.
Ofrecer medios para la autoformación del alumno. El maestro debe renunciar a sus derechos que tenía, no debe haber ninguna influencia sobre la formación  ni sobre la disciplina del alumno. Debe estar dispuesto a ayudar, a demostrar su confianza. 
Activo
Materiales concretos. Juegos y materiales pedagógicos diseñados exclusivamen-te para que sean manejados por los niños.


É douard Claparede
( 1873-1940)
Proporciona una actividad individualizada a la vez que, social y socializadora.
El juego, estimula al máximo la actividad del niño.
El alumno es el centro del aprendizaje,
Pugna por una actividad individualizada, mas no individualista. Debe crear un ambiente de alegría donde el niño trabaje con entusiasmo.
Debe ser un  estimulador de intereses, despertando necesidades intelectuales y morales
Activo. El niño es el centro de los programas y de los métodos escolares. El niño no debe portarse bien para obedecer, sino que debe sentir que esa manera de actuar es deseable. La disciplina interior debe sustituir la disciplina exterior.


Se adecuaban a las necesidades de cada alumno. De ahí que se nombre Educación Funcional.
La educación debe pretender el desarrollo de las funciones intelectuales y morales y no llenar la cabeza de un mundo de conocimientos sin relación con su vida.

AUTOR
ENSEÑANZA
APRENDIZAJE
PAPEL DEL DOCENTE
PAPEL DEL ALUMNO
MATERIALES DIDÁCTICOS
CONTENIDOS DIDÁCTICOS
PARTICIPACIÓN DE LA SOCIEDAD
Jean Piaget

( 1896-1980)
Debe estar dirigida a que el niño construya su conocimiento, a que piense.
El uso de los métodos activos ,en especial, a la investigación espontánea
El alumno es el centro del aprendizaje. Serán los alumnos quienes produzcan o crean y no solo repitan.
Respetar las leyes y las etapas del desarrollo del niño.
Su papel consistirá en ser animador, para crear situaciones  y armar las disposiciones iniciales, capaces de  suscitar problemas útiles  para el niño ; deberá presentar contraejem-
plos  que lleven a la reflexión y a la búsqueda de la solución
Aprender por sí mismo la conquista de lo verdadero.
Debe haber libertad para actuar.



Roger Cousinet (1881-1973)
Aunque hay libertad para actuar, se debe desarrollar el método de trabajo en equipos.
El alumno aprenderá al interactuar con otros.
Facilitar situaciones donde se dé la oportunidad de que el alumno investigue, pero que critique, corrija y socialice su trabajo.
Actuar, pero deberá trabajar en equipo. Debe darse la comunicación cara a cara.